Las sucesiones se refieren al proceso legal mediante el cual se transfiere la propiedad y los activos de una persona fallecida, conocida como el causante, a sus herederos o legatarios. El objetivo principal de las sucesiones es determinar cómo se distribuirán los bienes y activos del fallecido entre sus sucesores legales.
El proceso de sucesión puede variar según las leyes y regulaciones específicas de cada país o jurisdicción, pero generalmente implica los siguientes pasos:
- Determinación del patrimonio: El primer paso en una sucesión es determinar el patrimonio del fallecido, es decir, sus activos y pasivos. Esto puede incluir propiedades, dinero en efectivo, inversiones, bienes muebles, deudas, etc. Es importante recopilar todos los documentos necesarios, como testamentos, títulos de propiedad, estados de cuenta bancarios, contratos, etc.
- Nombramiento de un representante legal: En muchos casos, se requiere que se nombre a un representante legal para administrar la sucesión. Esta persona, a menudo llamada albacea, administrador o ejecutor testamentario, es responsable de asegurarse de que los bienes se distribuyan de acuerdo con la voluntad del fallecido o las leyes de sucesión aplicables.
- Identificación de herederos y legatarios: Se debe determinar quiénes son los herederos legales del fallecido según las leyes de sucesión. Esto puede implicar buscar testamentos, consultar registros familiares, solicitar pruebas de parentesco, etc. Si se ha dejado un testamento, se verificará su validez y se seguirán las instrucciones del mismo.
- Liquidación de deudas y obligaciones: Antes de que los activos puedan ser distribuidos entre los herederos, es necesario liquidar las deudas y obligaciones pendientes del fallecido. Esto puede incluir el pago de impuestos, préstamos, facturas médicas, etc. Los acreedores pueden presentar reclamaciones durante este proceso.
- Distribución de activos: Una vez que se han pagado todas las deudas y obligaciones, los activos restantes se distribuyen entre los herederos de acuerdo con las disposiciones legales o los deseos expresados en el testamento del fallecido. Esto puede requerir la transferencia de títulos de propiedad, la apertura de cuentas bancarias a nombre de los herederos, la venta de activos, entre otros procedimientos.
Es importante tener en cuenta que el proceso de sucesión puede ser complejo y puede variar considerablemente en cada situación, dependiendo de las circunstancias individuales y las leyes aplicables. Por lo tanto, es necesario el asesoramiento legal especializado para garantizar el cumplimiento adecuado de todos los requisitos legales y facilitar el proceso de sucesión.
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